Ir al contenido principal

El objetivo profesional

Qué es el objetivo profesional

Todas las ocupaciones presentan unos requisitos para ser desarrollados. También los trabajos aparentemente sencillos suponen conocer y dominar unos procedimientos, herramientas, materiales, etc. aceptar unas condiciones de trabajo (horarios, ambiente, etc.), tener determinadas capacidades y habilidades más desarrolladas, determinadas características de personalidad o físicas, etc.

Durante el proceso de búsqueda de trabajo es importante saber qué tipo de ocupaciones estamos dispuestos a aceptar o a rechazar, y por qué razones.

Por eso es necesario concretar la ocupación en la que buscar empleo. Con eso conoceremos nuestro objetivo profesional: una ocupación adecuada a nuestras características personales y profesionales.

El objetivo profesional es la ocupación "ideal" para cada persona y a partir del cual se define el proyecto profesional, que no es otra cosa que la planificación estratégica para la consecución de sus objetivos profesionales.

Tener, en un momento determinado, un objetivo profesional no quiere decir que no se pueda cambiar. Es posible que, transcurrido un cierto tiempo, descubra que la ocupación escogida no es la ideal, entonces podrá cambiar o adaptar el objetivo a las nuevas circunstancias.

Tampoco significa que no pueda trabajar en trabajos temporales que no estén relacionados con su objetivo profesional. Muchas veces, la necesidad económica hace inevitable que se tenga que trabajar en el primer trabajo que se presenta, pero esta situación no es incompatible con seguir buscando el trabajo ideal. El tiempo que dedicamos a definir nuestro objetivo profesional lo tenemos que ver como una inversión que dará sus frutos en un futuro no muy lejano, ya que aumentará la eficacia de cada paso que demos en el mercado laboral Un conocimiento del mercado de trabajo de la zona y del comportamiento de las ocupaciones es imprescindible para poder tomar una decisión con relación al objetivo profesional.

El proceso personal de búsqueda de empleo se verá beneficiado si la persona candidata investiga y obtiene un conocimiento objetivo de los intereses personales, aptitudes, habilidades y competencias. Es conveniente saber cómo "pienso que soy" y cómo "me ven los demás". Habitualmente la percepción que se tiene de uno mismo se aleja de la imagen que tienen los demás, por eso es importante poder obtener esta información para actuar en consecuencia. Para eso nos ayudará especialmente encontrar respuesta a las preguntas siguientes:

  • ¿Qué queremos? (intereses y motivaciones)
  • ¿Qué podemos? (aptitudes, actitudes, formación, experiencia)

Conocerse uno mismo más allá de lo que quisiera ser o le gustaría hacer, buscando lo que en realidad se es, nos conducirá definitivamente a encontrar nuestro perfil profesional, lo que podemos aportar al mercado laboral.

Cuando finaliza la fase de conocimiento personal y profesional, y la persona ya dispone de la información sobre las características del mercado laboral y de sus exigencias competenciales, es el momento en que hace falta que tome una decisión con relación a su futuro profesional y que concrete sus objetivos profesionales a corto, medio y largo plazo, basándose en los resultados de la reflexión y autoanálisis realizados hasta el momento. Es imprescindible que el proceso de toma de decisiones se desarrolle teniendo en cuenta tanto los factores propios de la persona, como los factores que condicionan las oportunidades de acceso y permanencia en un puesto de trabajo y el tiempo que comporta alcanzar una alternativa u otra. A partir del momento en que se tiene clara la ocupación en la que se quiere trabajar, se puede iniciar la busca de trabajo con garantías de éxito.

El Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC) CLOE ha desarrollado una aplicación denominada CLOE que ayuda a definir el propio objetivo profesional y da soporte a uno de los principales obstáculos con que se encuentran las personas en su proceso de búsqueda de trabajo: dirigir los esfuerzos de esta búsqueda hacia una profesión o sector determinados. CLOE consta de diversos apartados sobre los valores, los intereses, las aptitudes, la personalidad y las competencias de la persona usuaria, factores que intervienen en la configuración del objetivo profesional.
El resultado final de la herramienta es un informe que se genera basándose en las respuestas introducidas y que puede servir como guía para la definición del propio objetivo profesional.

Perfil de la persona trabajadora

Las empresas valoran muy positivamente que las personas candidatas a los puestos de trabajo cumplan los siguientes aspectos :

  • Disponibilidad horaria y geográfica.
  • Implicación con el objetivo e imagen de la empresa.
  • Polivalencia y adaptabilidad.
  • Motivación para realizar formación continúa.
  • Seguridad en uno mismo.
  • Responsabilidad y dinamismo.
  • Capacidad de trabajar en equipo.
  • Iniciativa y capacidad de previsión.

Por que conviene que te conozcas

Identificar tus cualidades como persona, tu formación, tu saber hacer, te ayudará a:

  • Saber lo que eres capaz de hacer y lo que puedes aportar.
  • Conocer en todo momento tus limitaciones y la forma de superarlas.
  • Elaborar tu proyecto profesional: Se trata de que identifiques tus preferencias sobre el tipo de trabajo que estás dispuesto a buscar, determinar prioridades sobre los perfiles más acordes con los empleos que buscas y establecer un orden de prioridades.
  • Enumerando los medios necesarios
  • Definiendo estrategias
  • Estableciendo plazos de tiempo para cada meta propuesta

Facilitar la información adecuada y argumentada en una entrevista de trabajo.

Cómo hacer un autoanálisis

Realiza un análisis sincero y tomando buena nota de los siguientes aspectos relacionados con tu perfil profesional.

CONOCIMIENTOS. Describe tu historial formativo:

  • Nivel formativo y titulación reglada
  • Cursos de formación ocupacional
  • Conocimientos adquiridos en el desempeño de un trabajo, colaborando en la empresa familiar, mediante el autoaprendizaje, desarrollando aficiones,...

Ten en cuenta que hay muchos conocimientos que pueden considerarse válidos para las empresas y que no siempre se adquieren en centros de enseñanza. A tus futuros empleadores les va a interesar ¿QUÉ SABES? y no tanto ¿cómo lo has adquirido?

DESTREZAS. ¿Qué sabes hacer? Incluye todo tipo de destrezas:

  • Adquiridas a lo largo de tus periodos formativos.
  • Si has trabajado con anterioridad, debes considerar todas las destrezas adquiridas en tus anteriores empleos
  • Valora las destrezas adquiridas en actividades de tipo voluntario, trabajos no remunerados, colaboraciones en negocios familiares, actividades de ocio y tiempo libre, etc. Ten en cuenta que es valorable incluso aquello que haces a diario siempre que sea útil para el desempeño de un puesto de trabajo.

ACTITUDES. El comportamiento en el entorno de trabajo y las habilidades sociolaborales son, tal vez, los aspectos más observados actualmente por cualquier seleccionador. Todo conocimiento y destreza no tiene suficiente valor si no va acompañado de este tercer pilar relacionado con el SABER ESTAR en un puesto de trabajo. Reflexiona sobre tus cualidades y, en especial, sobre aquellas más valiosas en el mundo del trabajo, como por ejemplo:

  • Responsabilidad y eficiencia
  • Iniciativa y decisión
  • Puntualidad, seriedad y lealtad
  • Facilidad para trabajar en equipo
  • Optimismo y resistencia ante las frustraciones
  • Polivalencia
  • Afán de superación
  • Capacidad de aprender cosas nuevas y adaptarse a diferentes entornos de trabajo...

POR ÚLTIMO. Analiza qué conocimientos, destrezas y actitudes son requeridos para los empleos que buscas. Estudia la adecuación entre el perfil que se está solicitando y el que tú posees. Una vez hecho el análisis, examina en qué medida se ajusta tu perfil al exigido para realizar tus empleos/ objetivo. Es decir, debes decidir si existe un ajuste al empleo o debes mejorar tus conocimientos, destrezas y/o actitudes.

La definición del proyecto profesional

Antes incluso de acabar tus estudios, ya estarás pensando en tu futuro profesional y en las posibilidades de empleo que existen. Para conseguir tu objetivo de encontrar trabajo es imprescindible identificar tus experiencias, éxitos, y habilidades, pero también tus fracasos, carencias y errores. Conocer tus puntos fuertes mejorará tu autoestima, aspecto fundamental en la consecución del éxito. Conocer tus puntos débiles te permitirá buscar soluciones y mejoras, y evitar objetivos profesionales que podrían derivar en fracaso. Los errores más frecuentes en la búsqueda de empleo son: no informarte adecuadamente de la situación de las empresas y sectores, no venderte como producto completo y resolutivo, no explotar tus experiencias profesionales transferibles al mundo de la empresa, no definir claramente los objetivos profesionales que buscas y, por último, reaccionar con miedo o agresividad ante tu integración en el mundo laboral. Esto viene provocado por una serie de carencias:

  • No ser consciente de que tienes que poner en marcha una búsqueda exhaustiva y ordenada.
  • No saber que en muchos centros u organismos te pueden facilitar ayuda y orientación.
  • Enviar tu currículum vitae sin criterio, sin analizar el puesto de trabajo y su adecuación a tu formación, habilidades y expectativas.
  • No hacer un seguimiento detallado de las gestiones realizadas.
  • Desconocer el funcionamiento de los procesos de selección.
  • Carecer de motivación ante la gran competitividad del mercado laboral.
  • Perder oportunidades por prejuicios o por desconocimiento del mercado.

Estas carencias desaparecerán una vez que tengas muy claro tres cosas: cómo identificar tu objetivo profesional, cómo analizar y estudiar tu situación para localizar tus oportunidades de empleo y, por último, cómo aplicar todas las herramientas que tengas a tu alcance para conseguir tu objetivo. Debes crear expectativas realistas y alcanzables a corto o medio plazo y actuar con seguridad para afianzar la confianza en ti mismo y la posibilidad de hacer todo aquello que te plantees. Para multiplicar tus oportunidades de encontrar trabajo, tienes que realizar tu búsqueda de empleo de forma organizada, siguiendo ciertas pautas. Lo primero que deberás hacer es definir tu proyecto profesional. Sólo después de haberlo definido podrás empezar a redactar tu currículum vitae y tu carta de presentación. Conocerte a ti mismo y conocer las posibilidades profesionales a las que puedes optar son dos elementos clave para asegurar el éxito en tu búsqueda de empleo. El objetivo que persigues al definir tu proyecto profesional es evaluar tu formación y tu experiencia e identificar tus cualidades, habilidades y competencias. Esto te permitirá elaborar una candidatura que refleje de manera óptima tu personalidad y perfil laboral, de la misma manera que orientará eficazmente tu búsqueda de empleo, seleccionando aquellas empresas susceptibles de acoger a un profesional de tus características. A lo largo del proceso de búsqueda de trabajo todas las personas relacionadas con tu futuro empleo te pedirán informaciones acerca de ti, relacionadas con estas cuatro preguntas generales:

  • ¿Quién eres?
  • ¿Qué quieres hacer?
  • ¿Qué puedes hacer?
  • ¿Dónde puedes trabajar?

Es interesante que pongas en relacion tu perfil profesional con los requerimientos para los distintos perfiles tipo requeridos de las ofertas para las distintas ocupaciones. Puedes consultarlos en:

Observatorio de las Ocupaciones: Los perfiles de las ofertas de empleo. SEPE